Qué hace un dietista: sus funciones principales
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A menudo se confunde lo que hace un dietista y lo que hace un nutricionista. Y hasta cierto punto es lógico, pues son dos profesiones que van de la mano y que están bajo el paraguas de los mismos colegios profesionales, donde se suelen emplear el término de ‘dietistas-nutricionistas’. Anteriormente ya explicamos cuál es la diferencia entre dietista y nutricionista, por lo que puedes visitar ese artículo para aclarar ambos conceptos, si lo necesitas. En este post, en cambio, nos centramos en qué hace un dietista, es decir, cuáles son sus funciones.
¿Qué hace un dietista? Funciones principales
A continuación enumeramos las principales funciones del dietista, ya actúe en el ámbito individual o en el colectivo. No necesariamente se dan todas estas funciones en un mismo profesional, pero su perfil puede abarcar todas las que mostramos más abajo. Especialmente si cuentan con una sólida formación, como es el caso de nuestro FP Superior de Dietética a distancia.
1. Función clínica, para personas sanas o enfermas
Esta es una de las funciones más importantes y conocidas del dietista. Un profesional de este tipo, a través de sus conocimientos en alimentación, actúa directamente sobre la salud de las personas sanas o enfermas. Es decir, pone en práctica la dietoterapia, que es un medio efectivo, saludable y fácil de realizar para prevenir o tratar determinadas enfermedades. Por ello, ocupa una parte muy importante de nuestros ciclos formativos de grado superior: 390 horas de plan de estudios.
2. Prevención social por medio de la concienciación
Otra función incluida en la respuesta a qué hace el dietista es aportar sus conocimientos a la sociedad en general, mediante una labor de prevención a nivel de salud pública. En este sentido, puede participar en políticas alimentarias de diferentes administraciones, ayudando a elaborar campañas de concienciación o programas de seguimiento sobre los hábitos alimenticios de los ciudadanos. Y también puede dedicarse a la divulgación de manera autónoma, siempre desde un enfoque de máxima responsabilidad.
3. Gestión de dietas en empresas y organizaciones
Son muchas las entidades, públicas y privadas, que necesitan de un dietista para definir todos los detalles de sus menús. Por ejemplo, empresas de restauración o de catering que cuidan a fondo su servicio. O instituciones que asumen directamente la alimentación de terceras personas, como colegios o residencias con cocina propia. En este apartado también incluiríamos los dietistas que trabajan para clubes deportivos, que se encargarían de configurar una propuesta especial para maximizar el rendimiento de sus atletas. En todos estos casos, la colaboración puede ser de manera externa (freelance) o como profesional de la propia plantilla, según el tamaño de la empresa o entidad.
4. Asesoramiento en la industria alimentaria
La función de asesoramiento del dietista no solo se da en el último eslabón de la cadena (poco antes de que las personas ingieran los alimentos), sino también en las primeras fases del proceso. Es decir, colaborando con las empresas de la industria alimentaria, algo que también puede ser propio de un nutricionista.
5. Docencia para formar a nuevos profesionales
Entre las funciones del dietista también está la docencia, como sabemos de primera mano en Linkia FP. Los profesores que imparten las asignaturas de nuestros ciclos superiores son profesionales del sector que han decidido transmitir sus conocimientos a futuros dietistas, pues se trata de un oficio de carácter técnico que abarca muchos aspectos relacionados con la salud, como la microbiología y la higiene alimentaria. Nuestros planes de estudios, por cierto, también dan mucha importancia a esas materias (180 horas lectivas).
6. Investigación, la piedra angular de una sociedad más sana
En este post sobre lo que hace un dietista, no nos podíamos olvidar de la labor investigadora de muchos profesionales. Y esa es la pieza clave para garantizar una sociedad cada vez más sana. Por ello, resulta clave que estos profesionales participen en el diseño y desarrollo de estudios y ensayos clínicos sobre la alimentación en nuestra sociedad.
Esto es algo en lo que, por suerte, se ha avanzado mucho en las últimas décadas, pero no se puede bajar el ritmo, puesto que sigue habiendo numerosas amenazas para la salud que están relacionadas con la dieta. Si tiempo atrás los problemas se derivaban de dietas pobres en cantidad y contenido energético, ahora podría decirse que es lo contrario: el exceso de azúcares y grasas saturadas pone en jaque a los ciudadanos, especialmente a los niños, con el riesgo de que aumente la incidencia de enfermedades como la diabetes o la obesidad mórbida.
¿Y qué no hace un dietista?
Para entender qué hace un dietista también es útil conocer qué no hace, pues a menudo sus funciones se confunden por la imagen distorsionada que se proyecta de ellos en nuestra sociedad. En este sentido, el dietista:
- No elabora ‘dietas milagro’ para adelgazar con fines estéticos. Su enfoque pondrá siempre en primer plano la salud de las personas y no necesariamente estará ligado a la pérdida de peso.
- No recomienda píldoras mágicas que puedan ejercer como sustitutas de los alimentos. Los diagnósticos clínicos complejos, que pueden necesitar tratamiento farmacológico, deben ser realizados por otros especialistas médicos.
- No diseña dietas a medida sin antes conocer adecuadamente a cada persona: sus hábitos alimenticios previos, su estilo de vida, su historial clínico, etc. Por tanto, los denominados ‘consultorios dietéticos’ solo pueden estar gestionados por técnicos titulados que siguen a pies juntillas los códigos deontológicos de la profesión
Por todo ello, las funciones de un dietista son fundamentales en nuestra sociedad, y más aún en un mundo donde el estrés y el ritmo frenético nos lleva a descuidar un aspecto tan importante para la salud como es la alimentación.