¿Qué debo hacer si mi hijo no quiere estudiar? Te lo contamos
- Tiempo de lectura: 6 minutos
¿Tienes un hijo que te dice constantemente que no quiere estudiar o que quiere dejar sus estudios? No te preocupes. Es algo que suele pasar. Lo más común es que los padres, cuando escuchan esas palabras por parte de sus hijos, sientan una gran preocupación por ellos y no sepan qué hacer en ese momento. La primera reacción que suelen tener es el enfado y culparles directamente a ellos. Sin embargo, no es la mejor solución, sino que hay que actuar de un modo distinto. ¿Cómo? En el artículo de hoy te lo vamos a explicar mostrándote algunas de las razones por las cuales muchos niños no quieren estudiar. Además, te daremos algunos consejos sobre acciones que puedes llevar a cabo para encontrar una solución a este problema y cómo puedes hacerlo de la mejor manera posible.
Razones por las cuales un niño no quiere estudiar
Existen varias razones por las cuales un niño no quiere estudiar o quiere dejar de hacerlo. Para hablar de ello, primero es importante destacar que los casos varían en función de cada persona y de la situación que tengan cada una de ellas. Aun así, nosotros lo que vamos a hacer en estas próximas líneas es explicarte algunas de las causas más comunes sobre lo que le puede suceder a un niño con este tipo de problema.
Dificultades para retener información
No es necesario que un niño tenga problemas de desarrollo para no comprender una información o una materia. Simplemente, puede ser que a esa persona no le guste una asignatura en concreto o que haya ciertos conceptos que no acabe de entender y que por lo tanto le cueste prestar atención. Es posible que una de las causas acerca de ello es que haya compañeros a su alrededor que obtengan buenos resultados respecto a esa asignatura o tarea y que a tu hijo no le pase lo mismo. ¿Qué ocurre en estos casos? Que tu hijo se siente inferior ante los demás y tiene la necesidad de abandonar los estudios a causa de ello, por frustración con él mismo.
Falta de motivación
El hecho de que no te guste alguna materia, quieras o no, ya influye en las decisiones de los alumnos. Cuando estás en la escuela, en el instituto, en la universidad o en cualquier otro centro e imparte asignaturas que no te gustan o que no te motivan, existe la probabilidad de que te desanimes y bajes el rendimiento de estudio. Por esta razón, la falta de motivación por ello y el hecho de no ponerle ganas, es un motivo de peso para no querer continuar.
Problemas familiares
Un factor muy importante. A veces pensamos que los hijos, sean pequeños o mayores, no están al corriente de los problemas familiares que ocurren en casa. Sin embargo, estamos equivocados. Cuando existen problemas en un hogar familiar, los niños son los primeros en prestar atención a dichos problemas, los cuales se acaban viendo afectados ante lo que está sucediendo y lo demuestran en sus malos resultados en el colegio. ¿Qué pasa en estos casos? Que cuando hay un problema familiar entre, por ejemplo, el matrimonio, los padres no piensan en ese momento en estar pendiente del niño con sus estudios o con otras cuestiones relacionadas con él, lo que causa una llamada de atención por parte del hijo para que así se sienta verdaderamente atendido.
Bullying
Esta cuestión es delicada. El bullying, desgraciadamente, está presente y cada vez más en auge en los tiempos que corren ahora mismo. Muchos alumnos padecen de ello en el colegio y son constantemente insultados y amenazados por otros compañeros. Esta, por tanto, es una causa de querer abandonar los estudios, puesto que no ven el colegio como un lugar seguro para aprender y progresar durante su etapa de estudiante.
¿Qué solución hay si mi hijo no quiere estudiar?
Lo más importante que debemos tener en cuenta para intentar poner remedio a esta situación es prestar atención a nuestros hijos. Si este problema se te presenta en el hogar familiar y tu hijo te dice que no quiere estudiar, no debes alterarte ni enfadarte con él. Ese es el primer paso que debes retener.
Lo que se debe hacer estos casos es hacer partícipe a tu hijo de la búsqueda de soluciones. Debemos escucharlos, hablar con ellos, saber qué les ocurre y cómo se sienten, y a raíz de ahí, buscar soluciones para intentar que tu hijo vuelva a encontrar la motivación por los estudios. Se deben encontrar las causas por las cuales tu hijo no quiere estudiar; ver cuáles son los motivos de peso y tenerlos en cuenta para llegar a una conclusión conjuntamente.
A veces, es importante darles una dosis de realidad, y que vean cómo es el mundo laboral realmente para que se den cuenta de que no es todo tan sencillo como parece y que, la mejor opción, en algunos casos, es seguir estudiando para trabajar en un futuro de lo que realmente te gusta y te motiva. Para ello, una de las opciones a las que puedes recurrir si tu hijo no quiere estudiar y se empeña en ello, es hacerle trabajar durante un periodo de tiempo para que vea qué es lo que se siente realizando actividades que probablemente no le gusten o no espera que sean así. Quizás en ese momento se da cuenta de que estaba equivocado y vuelve a creer que la mejor solución es volver a los estudios y pensar en el mundo laboral más adelante.
Pero, sobre todo, y lo más importante, es no forzar a un hijo a una cosa que realmente no quiere hacer. Debemos hacerle entender lo que es mejor para él, desde nuestro punto de vista y con la experiencia como personas más mayores, pero en ningún momento obligarle a la fuerza a hacer algo que no quiere.
Esperemos que este artículo te haya servido de gran ayuda para poder dar el paso y sentarte tranquilamente a hablar con tu hijo sobre sus problemas y sobre las posibles soluciones que pueden llevarse a cabo para resolver la situación. ¡Ánimo!