Método de Këgel | Qué es, cómo realizarlo correctamente y qué beneficios tiene
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Como descubrirás si consigues el título de Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería, los trastornos de la salud son muy variados, están ocasionados por causas muy distintas y se manifiestan con síntomas muy diferentes. Y en ocasiones, el mejor remedio no es la medicación o la cirugía, sino el ejercicio. Ese es el caso del método Kegel y en este post te explicamos qué es, cómo llevarlo a cabo y qué beneficios tiene.
Qué es y de qué problema se ocupa el método de Këgel
El método de Kegel toma el nombre del ginecólogo estadounidense que lo ideó a mediados del siglo XX, Arnold Kegel. Son unos sencillos ejercicios que puede hacer cualquier persona, de cualquier edad y sexo, en cualquier lugar. Su gran objetivo es fortalecer el suelo pélvico, es decir, el conjunto de músculos que se sitúan debajo de la vejiga, el intestino grueso y el útero, en el caso de las mujeres.
Este método de Kegel se lleva a cabo para poner remedio a un trastorno que afecta a muchas personas: la incontinencia urinaria. También puede realizarse cuando no se tiene un adecuado control intestinal. En ambos casos, la incontinencia puede representar el escape de pequeñas cantidades o bien deposiciones de mayor envergadura.
Esta incontinencia puede deberse a diferentes factores. Uno de los más habituales es la edad: las personas mayores pueden manifestar problemas para retener la orina o las heces, pues estos músculos se han ido debilitando con el tiempo. Otro factor habitual es el embarazo y el consiguiente parto, que provoca una gran presión y afectación en el suelo pélvico de la mujer. El sobrepeso también puede estar detrás de estos problemas de incontinencia. Y además, una cirugía ginecológica o de próstata también puede suponer un problema en este sentido y, por tanto, puede requerir la realización de ejercicios de Kegel.
Cómo hacer el método de Kegel
El método de Kegel gira en torno a un único y sencillo ejercicio: el de dar rigidez a los músculos del suelo pélvico. Se trata, en realidad, de un gesto muy natural, pues se puede equiparar al de fingir una micción y, poco después, contenerla. Ese sencillo juego de apretar y relajar los músculos es, al mismo tiempo, algo muy personal e intransferible: debe ser la propia persona quien se encargue de identificar los músculos implicados para, posteriormente, realizar los ejercicios de manera adecuada.
Y se entiende que el método de Kegel se efectúa de manera adecuada cuando se siguen las siguientes indicaciones:
- Vaciar la vejiga antes de comenzar con los ejercicios
- Adoptar una postura sentada y cómoda, incluso mientras se realiza otra actividad, como ver la televisión en el sofá. Más recomendable es realizar los ejercicios en posición tumbada boca arriba, sobre una esterilla o colchoneta y con las plantas de los pies apoyadas por completo en el suelo
- Realizar todo el ciclo de contracción y distensión:
- Apretar los músculos del suelo pélvico
- Mantenerlos apretados entre 3 y 5 segundos
- Relajar los músculos del suelo pélvico durante un tiempo similar, entre 3 y 5 segundos
- Realizar 10 repeticiones de este ciclo, durante tres veces al día
Es muy importante tener la seguridad de que se están tensionando los músculos correctos. Y también es fundamental apretar en su justa medida, puesto que un exceso de fuerza puede causar dolor. De hecho, es preciso mantener el cuerpo relajado en todo momento.
Para que el método de Kegel sea efectivo, será necesario realizar estos ejercicios a diario. Pasadas 4-6 semanas, se puede empezar a sentir mejoría, manifestando un mayor control de la orina y las heces. Una vez adquirido este control, conviene no abandonar los ejercicios de este método, pues de la misma manera que se fortalece el suelo pélvico al realizarlos, se debilita si se deja de trabajar.
Si no se nota mejoría, es probable que el método de Kegel no se esté realizando de manera correcta. En ese caso, se recomienda acudir a un profesional, como un fisioterapeuta especializado en este método, para recibir orientación. También se puede acudir a un profesional para recibir instrucciones sobre cómo realizar estos ejercicios, o bien si se siente dolor al realizarlos.
Beneficio del método de Kegel
El principal beneficio del método de Kegel es el control de la orina y de las heces. Ese es el gran objetivo que persiguen muchas personas que realizan estos ejercicios, y también es la consecuencia más positiva que se asocia a este método. En primer lugar, por la toma de conciencia de los músculos que intervienen a la hora de orinar o evacuar. Y en segundo lugar, por el fortalecimiento de dichos músculos.
Sin embargo, este método también aporta beneficios con carácter preventivo. De hecho, suelen recomendarse a las embarazadas en previsión de la afectación que sufrirá el suelo pélvico en los últimos meses de gestación. Y con la realización de estos ejercicios de manera temprana, la mujer podrá afrontar con mayor garantía el momento del parto.
Por último, otro beneficio que se suele asociar al método de Kegel es la mejora de las relaciones sexuales. El motivo: el mayor conocimiento del propio cuerpo. Como consecuencia de ello, la persona aprende a relajar los músculos implicados y potenciar el disfrute, ya sea por un aumento de la sensación de placer o por el control de la eyaculación precoz en el caso de los hombres.
Por todo ello, el método de Kegel es una interesante opción para personas de cualquier edad y sexo. Y debe ser conocido por los profesionales médicos, especialmente los que trabajan en el área de Enfermería en Obstetricia y Ginecología. Y como indicamos al principio, con Linkia FP tienes la posibilidad de formarte en diferentes ramas de la Sanidad, entre ellas los Cuidados Auxiliares de Enfermería. Aprovecha la oportunidad de hacerlo a distancia con nosotros.